Lubricante motor

29 julio 2020

Las principales funciones que ha de cumplir el lubricante son reducción del rozamiento para disminuir el consumo y mejorar el rendimiento del motor, proteger los elementos mecánicos contra el desgaste y la corrosión, mantener limpio el conjunto de piezas del motor arrastrando las impurezas que finalmente se eliminan con la sustitución del lubricante y contribuir a la evacuación del calor generado en el motor.

No sólo el kilometraje deteriora el lubricante del motor. El rozamiento interno de las piezas del motor genera, por desprendimiento, restos metálicos abrasivos. Estos acaban mezclándose con el aceite y dándole ese tono negruzco que se aprecia en la varita que mide el nivel del cárter. El filtro de aceite elimina parcialmente estas partículas, pero va perdiendo efectividad con el uso.

También, los subproductos derivados de la combustión y la oxidación por el contacto del aceite con el aire afectan al lubricante, degradando sus propiedades. Por ello, con el fin de asegurar la integridad mecánica de nuestro vehículo es importante cambiar el filtro y el aceite según los intervalos que recomienda el fabricante.

La diversidad de motores (en cuanto al tipo de combustible, a las prestaciones, a grado de severidad de funcionamiento, etc.) hace que no todos los aceites lubricantes sean apropiados para todos los motores. Para determinar el lubricante apropiado para un determinado motor han de tenerse en cuenta una serie de factores que vienen dados por dos clasificaciones fundamentales “Clasificación en función de la viscosidad” y “Clasificación en función de las prestaciones mínimas del lubricante”.

Clasificación del lubricante en función de la viscosidad

La viscosidad del lubricante se especifica a través de la clasificación SAE (Sociedad de Ingenieros Americanos del automóvil). Los números separados por la letra W (Winter) definen las características de viscosidad del aceite en frío y en caliente.

El primer número seguido de la letra W define la viscosidad en frío – 10W, 5W, 0W,… Cuanto más pequeño es el número, más fluido es el lubricante en frío. El segundo número indica la viscosidad en caliente, 30, 40, 50,… Cuanto mayor sea el número, más viscoso será el aceite en caliente.

Por ejemplo – 10W-40, indican la viscosidad del aceite medida a -18 grados y a 100 grados, en ese orden. Sólo hace referencia a que el producto se comporta en frío como un SAE 10 y en caliente como un SAE 40. Por lo tanto, para una mayor protección en frío se deberá recurrir a un aceite que tenga el primer número lo más bajo posible. Para obtener un mayor grado de protección en caliente, se deberá incorporar un aceite que posea un elevado número para la segunda.

La correcta elección del grado de viscosidad del lubricante es muy importante para la preservar la duración del motor. En climas fríos, elegir un lubricante fluido permite reducir los desgastes del motor durante las fases de arranque, pues el aceite llega más rápidamente a todas las piezas del motor.

La clasificación SAE no es un indicador de la calidad del aceite. La calidad del aceite viene dada por la clasificación API.

Clasificación del lubricante en función de la calidad

Esta clasificación ordena los lubricantes en función del grado de exigencia a que los va a someter el motor. Es decir, define el nivel de prestaciones mínimas del lubricante.

La regulación de los lubricantes en función de la calidad viene dada por la clasificación API (American Petroleum Institute) Esta clasificación diferencia entre motores de gasolina y motores diésel.

En aceites para motores de gasolina se estableció la letra «S» de “Spark” (bujía en inglés) para relacionar con el principio de ignición por chispa que se utiliza en este tipo de motores, seguida de una de las letras A, B, C, D, E, F, G, H, J, L, siendo mayores los requerimientos por calidad a medida que progresa la letra del alfabeto. En la siguiente tabla, se puede apreciar la evolución de la clasificación API de los aceites para motores a gasolina.

En aceites para motores diésel, la nomenclatura utiliza la letra «C» de la palabra inglesa “Compression” por tratarse de aceites para motores cuyo principio de ignición es por compresión y una letra en serie alfabética, A, B, C, D, E, F, G, H, que representa la evolución del nivel de calidad.

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