La caja de dirección es uno de los elementos del vehículo más propensos a sufrir desgaste por el uso. En función de cómo la cuidemos determinaremos, en gran medida, su vida útil. El engrasado una vez al año es esencial. También las inspecciones para detectar daños en el guardapolvos. Las filtraciones de agua y otros materiales como polvo, tierra y lodo son los grandes enemigos de este sistema.
Una caja de dirección a la que le brindemos la atención que se merece puede llegar a durar hasta 10 años. Por no hablar de que nuestra seguridad al volante va a depender en gran medida de que la dirección esté en perfectas condiciones.
Pero ¿qué es la caja de dirección?
Llamamos caja de dirección al conjunto elementos y mecanismos que, funcionando en combinación, trasmiten los movimientos del volante a las ruedas y hacen posible el manejo óptimo del vehículo.
Se trata de uno de los sistemas más complejos y decisivos del automóvil. Si no está en perfectas condiciones puede ocasionar un accidente fatal, ya que seremos incapaces de ir en la dirección deseada cuando circulemos.
Cada vez que giramos el volante, esperamos que ese movimiento se traduzca a las ruedas de la manera esperada. Que esto suceda así depende del sistema de dirección. Un funcionamiento correcto implica que cuanto más gires el volante, más giren las ruedas. Llamamos a este fenómeno progresividad en las curvas.
Y, no menos importante, de la caja de dirección también depende que obtengamos lo que se denomina dirección irreversible. Esto es lo que asegura que los movimientos de las ruedas NO se transmitan al volante.
¿Cómo lo consigue?
Sin entrar en muchos detalles, diremos que la caja de dirección es un cúmulo de piezas y sistemas que trabajan con un mismo objetivo y en perfecta coordinación.
Los engranajes implicados pueden ser helicoidales, formados por un tornillo sin fin y un engranaje circular, dispuestos en perpenticular.
O un sistema de cremallera, donde habrá dos partes principales: el piñón, formado de una rueda dentada, y la cremallera, que se moverá de forma lineal en respuesta al giro del piñón.
Otros sistemas menos habituales son:
- Dirección asistida de pistón a pistón.
- Dirección asistida de cremallera (con o sin asistencia electrónica).
- Caja de dirección electromecánica.
Señales de que algo no está bien en la caja de dirección
Uno de los síntomas más típicos de que la caja de dirección no funciona como debería es una vibración y traqueteo en el tren delantero, que incluso puede trasmitirse al volante. Esto indicará, normalmente, que ha llegado la hora de reemplazarla.
Otra señal es la dureza del volante a la hora de girar. Aunque es posible que se deba a un bajo nivel del líquido de la dirección asistida, te recomendamos llevar a cabo una revisión profesional. El mecánico te dirá si el problema es de la caja o del líquido, o si se debe a otra causa, como una incorrecta alineación de dirección.
Incapacidad de seguir una trayectoria recta: si el vehículo se niega a circular en línea recta sobre un asfaltado regular y en buen estado, mal asunto. Estamos diciendo que al soltar el volante el coche debería seguir más o menos recto, pero si en lugar de eso se desvía hacia un lado, es un indicio claro de que es momento de revisar la caja de dirección.
Por último, señalar que si la caja de dirección presenta problemas graves será motivo de rechazo en la ITV.
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Por todas estas causas, ya sea para evitar peligros al volante, ya sea para asegurar una inspección técnica positiva, nuestra sugerencia es que acudas a un taller especializado a la menor sospecha de que algo no funciona como debería.
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