La carrocería es la estructura que sostiene los componentes mecánicos como el motor, los asientos o la carga. Va instalada sobre el propio chasis, y podríamos decir que es lo que le da identidad al vehículo.
En función del tipo de carrocería estaremos hablando de un tipo de automóvil u otro, pero no solo eso. Aspectos como aerodinámica, espacio, visibilidad o seguridad están íntimamente relacionados con ella.
Una carrocería en buen estado es fundamental para evitar males mayores, como un desgaste irregular en los neumáticos, exceso de consumo, falta de estabilidad o deterioro de otras piezas, como las puertas. También para superar con éxito la inspección de la ITV.
Tipos de vehículos según su carrocería
Cando el espacio para los pasajeros, la zona de carga y el soporte de los elementos mecánicos están totalmente unidos, estamos ante un monovolumen.
Los vehículos que llevan el motor aparte del bloque cabina/maletero son de carrocería en dos volúmenes. Es lo habitual en automóviles familiares o compactos.
En cambio, en las carrocerías en tres volúmenes existe separación entre motor, zona de pasajeros y maletero. Entrarían en esta categoría es automóviles que tienen culo, digamos.
Tipos de coches según la forma de la carrocería
Por otro lado, si atendemos a la forma de la carrocería, los automóviles pueden ser de diferentes tipos. Los más habituales son:
- Sedán o Berlina: son coches con la carrocería más larga. Tienen cuatro puertas laterales y, al menos, cuatro lunas laterales. La principal diferencia entre sedán y berlina es que en el sedán la luneta trasera está fija y es independiente del portón trasero, mientras que en la berlina está incluida en el portón trasero.
- Familiar: Aparte de alargada, en la carrocería de un coche familiar el techo alcanza recto hasta la luneta trasera.
- Cupé: en general se trata de coches con silueta deportiva y solo dos puertas laterales.
- Hatchback: su principal característica es que presentan un voladizo trasero corto e inclinado.
- SUV: es un tipo de vehículo a medio camino entre un utilitario urbano y un todoterreno ligero.
- Pick up: tiene una plataforma de carga trasera.
- Todoterreno: incluyen barras frontales o algún tipo de protección lateral.
- Descapotable: la forma en que se pliega el techo varía de un modelo a otro, y este puede ser rígido o flexible, de lona, tela, plástico o vinilo.
- Limusinas y coches fúnebres: son vehículos con una carrocería totalmente única.
Puntos débiles a tener en cuenta
Es importante que nos fijemos, más allá de si presenta arañazos o golpes en la superficie, en:
- Óxido. Si el coche ha estado cerca del mar la corrosión del salitre pudo haber afectado no solo a la pintura, sino también a la carrocería o incluso a algún elemento mecánico.
- Piezas mal encajadas. Puede haber segmentos mal alineados, rotos, desgastados o abollados. ¡Sobre todo en los bajos del coche!
- Estanqueidad. Las gomas que impiden que entre aire y agua por las puertas se deterioran con el tiempo, e incluso pueden desencajarse de su sitio.
Cuidar la carrocería es mucho más que pintar el coche
La carrocería es la parte de un automóvil más expuesta a amenazas del exterior, como tierra, salitre o excrementos de aves. Además, claro está, de las vibraciones que producen las carreteras en mal estado o el impacto de choques o roces. Por eso es necesario no solo pintarla, sino darle un tratamiento integral.
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¡Recuerda que un vehículo cuidado no solo dura más tiempo, también se mantiene más tiempo como nuevo!