Suele ocurrir que cambiar las lunas del coche no forme parte de nuestra rutina habitual de mantenimiento del vehículo. Solo nos ocupamos de su reparación o sustitución cuando ya no nos queda más remedio. Es entonces cuando acudimos al taller a toda prisa, suspirando por que nos puedan atender lo más pronto posible.
Qué son las lunas del coche
Simplemente decir, por si alguien tiene alguna duda, que las lunas de un automóvil son el parabrisas o vidrio frontal, las ventanas laterales y la luneta trasera. A mayores, pueden existir otros tipos de lunas en un vehículo, como los techos solares de vidrio o las ventanillas de esquina. En estos dos casos se trata de lunas con características más bien ornamentales.
Por qué es importante que las lunas estén en perfectas condiciones
En primer lugar, por seguridad. Conducir con las lunas deterioradas puede entorpecer la visión del conductor, con los peligros que eso conlleva. Además, las lunas nos protegen de los elementos externos que nos amenazan, como guijarros, lluvia, polvo, mosquitos, etc.
Tampoco hay que olvidar que nos pueden sancionar si circulamos con las lunas en mal estado. Las multas pueden alcanzar fácilmente los 200 euros.
Además, tu automóvil no superará la ITV si tiene las lunas tienen roturas que obstruyen el campo de visión directa del conductor. Y también, y esto quizá no lo sepas, deben poder subirse y bajarse normalmente.
¿Cuándo y porqué hay que cambiar las lunas del coche?
Una pequeña piedrecita puede agrietar una luna si tienes la suficiente mala suerte. También una potente granizada. Dependiendo de la potencia del impacto, se producirá una ligera fisura en la luna, reparable si se actúa pronto, o una hendidura que irá haciéndose cada vez más grande hasta quebrar el vidrio por completo.
A continuación te indicamos cómo tienes que actuar en cada circunstancia:
- Si el tamaño de la rotura es mayor que una moneda de 2 €, no se podrá aplicar resina de reparación, así que forzosamente tendrás que cambiar la luna.
- Si el impacto está situado a menos de 2,5 cm. del borde del parabrisas es muy posible que haya causado daños estructurales, conque también será necesario proceder a sustituirlo.
- Siempre que la grieta o fisura se encuentre dentro del campo de visión del conductor, será igualmente obligado cambiar la luna del coche.
No siempre es necesario cambiar las lunas del coche
En los demás casos, el daño podrá repararse, en principio, sin tener que sustituir el cristal. Para ello, se rellena la rotura con adhesivos específicos y resina de reparación que dejan la luna en perfectas condiciones. Pero es importante saber que tenemos que actuar inmediatamente ante la más mínima marca de impacto. Si esperamos demasiado una fisura diminuta puede convertirse muy pronto en irreparable.
El mantenimiento periódico: Tu mejor aliado
Para finalizar, no olvides que el mantenimiento y la revisión frecuentes es la mejor manera de conservar en perfecto estado las lunas de tu coche. Además, así se incrementará su vida útil.
Te recomendamos solicitar la evaluación de un profesional para cerciorarte de si el desperfecto tiene reparación o hay que colocar una luna nueva.
En Electro Auto Cangas somos especialistas en ofrecerte un servicio de sustitución de lunas y cristales respaldado por nuestra garantía de calidad.