El control electrónico de estabilidad de un vehículo es un elemento que contribuye a mejorar la seguridad vial. ¿Sabías que ayuda a evitar un 80% de los accidentes por derrape? ¿Y que 4 de cada 10 accidentes mortales se deben a derrapes? Precisamente por su eficiencia para mejorar la seguridad en carretera es obligatorio en vehículos nuevos desde 2011.
Pero aún existe mucho desconocimiento sobre qué es y cómo funciona el control electrónico de estabilidad. En parte, porque cada marca o fabricante lo denomina con unas siglas diferentes. Es muy probable que lo hayas encontrado como ESC, ESP, VDC o DSC. En todos los casos se refiere a un mismo elemento de seguridad activa electrónica para vehículos.
Conoce tu coche y descubre cómo funciona ese elemento.
Control electrónico de estabilidad: qué es y cómo funciona
Qué es y para qué sirve
El control electrónico de estabilidad es una tecnología para vehículos motores que detecta y reduce las posibles pérdidas de tracción durante la conducción con el fin de mejorar la estabilidad del vehículo. Y, así, reducir los accidentes debidos a derrapes.
Sirve para ayudar al conductor a mantener el control de su vehículo en esas situaciones de inestabilidad o pérdida de tracción que suelen derivar en derrape. E incluso en caso de impacto por este motivo, las consecuencias son claramente de menor entidad y gravedad gracias a este sistema.
Los derrapes pueden ocurrir por muchos motivos. Por ejemplo, por entrar en una curva a demasiada velocidad, por la mezcla de restos de aceites y agua en la carretera o por determinadas condiciones climáticas como el hielo en la vía. En estos casos, disponer de control electrónico de estabilidad en el vehículo contribuye a mejorar la seguridad propia y ajena.
Cómo funciona
Todo vehículo que dispone de control electrónico de estabilidad lo tiene siempre activo salvo que se desconecte manualmente. Es decir, no debes activarlo en unas circunstancias de la conducción determinadas. Si no lo desconectas automáticamente o salvo avería electrónica, estará activo siempre que conduzcas el vehículo.
El ESC dispone de un microordenador que evalúa y analiza las señales de una serie de sensores del vehículo. Verifica 25 veces por segundo si las maniobras del conductor al volante son coherentes, correspondientes o compatibles con el movimiento real del vehículo.
Estas 1.500 comprobaciones por minuto permiten detectar cualquier diferencia, incoherencia o situación de riesgo potencial. Cuando este microordenador detecta una situación crítica reacciona al instante sin que el conductor deba intervenir en la acción.
¿Qué quiere decir? Que no emite una alerta para que el conductor corrija algo sino que por sí mismo actúa para provocar esa corrección.
¿Y cómo lo logra? Utilizando el sistema de frenos para conseguir un frenado selectivo que mantiene estable la trayectoria del vehículo. Para ello, el control electrónico de estabilidad desacelera cada rueda de forma independiente generando la necesaria fuerza opuesta para conseguir la estabilidad deseada.
Además, si es necesario, interviene sobre el motor reduciendo su potencia. Los límites de la física son los que marcan su efectividad. En algunos casos esto no permite ejercer la corrección pero el porcentaje en el que sí lo logra es elevadísimo. Por eso actualmente se considera uno de los elementos de seguridad del vehículo más importantes. Y por ello en Electro Auto Cangas nos encargamos de comprobar su óptimo funcionamiento, reparación o sustitución siempre que sea necesario.
